Nos hemos acostumbrado, sobre todo en los últimos tiempos, a que los medios de comunición nos inunden a diario con cientos de cifras. La omnipresente crisis económica se traduce en un sinfín de números sobre el paro, el déficit, la deuda, el PIB, el IPC, los presupuestos, los impuestos,... El problema es que, con cierta frecuencia, se lanzan esos datos sin saber muy bien qué quieren decir, qué importancia tienen, cuáles son los verdaderamente relevantes,... A veces, incluso, se confunden conceptos, de tal modo que lo que se pretendía como información se convierte en desinformación.
A la falta de formación específica sobre temas económicos que tienen muchos periodistas (por culpa de las interminables jornadas de trabajo o por escaso interés personal) se le une ese mismo problema entre los políticos, que en demasiadas ocasiones se equivocan al hablar de temas económicos, por desconocimiento o, lo que es peor, porque tienen la intención de confundir y engañar a los ciudadanos. Según un dicho célebre, existen "verdades, mentiras y estadísticas", porque con frecuencia las cifras tienen muchos puntos de vista. Y a ello se agarran muy a menudo esos políticos.
Con toda la humildad del mundo, porque aún no soy economista (pero estoy en ello), desde este blog voy a intentar contrastar algunas cifras, en ocasiones no sólo sobre economía, que se dan sobre Extremadura y aclarar algunos conceptos económicos que se utilizan erróneamente, con el ánimo de contribuir a una mejor información de los extremeños.
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